Es tal vez una de esas preguntas que nos hacemos todos en algún momento de la vida, especialmente si notamos el buen rendimiento de otras personas de nuestro alrededor en las actividades en las que se desenvuelvan, y ello se debe a que éstas personas de una u otra manera han aprendido a controlar las energías positivas que emiten, facilitando considerablemente que los sucesos a su alrededor les resulten provechosos.

Las rachas de suerte:

Debemos considerar a las rachas de suerte pues se trata de una serie de sucesos en nuestra vida que dependiendo de la ocasión darán determinados resultados, ya sean positivos o negativos. Por ejemplo, al pasar por una mala experiencia y nosotros afirmar «¡qué mala suerte tengo!», sólo estamos sellando nuestro destino inmediato, así que al tener una experiencia agradable lo recomendables es afirmar cosas como «¡la buena suerte está conmigo!».

Colores positivos:

Debemos aclarar que no hay colores que consigan atraer la buena suerte como tal, pero si resultan provechosos para realzar determinados estados de ánimo para nosotros, esto referido a nuestras prendas de ropa:

• Rojos y naranjas, dan ansiedad en conjunto con un amento de energía y por tanto de adrenalina.
• Verdes y azules, calma y pasividad.
• Amarillos, nivelan las actitudes discordantes en nosotros, equilibran las energías.

San Antonio:

Es reconocido el poder que tiene San Antonio para el optimismo en nuestras vidas, por lo que se recomienda tomar dos velas blancas de panal de miel para encenderlas y en medio de éstas ubicar una estampita de San Antonio. Además adelante de la imagen debemos ubicar un recipiente con semillas de maíz, hojitas de romero, laurel, lavanda y granos de pimienta.

Finalmente, al encender las velas tendremos que decir la siguiente oración al santo:

“Gracias, San Antonio,
por devolverme la fe
y abrirme todos los caminos
hacia el hermoso destino
de la abundancia.
Amén”.